El duelo de un Agilista

Desde hace muchos años conocí de los marcos de trabajo ágiles y comencé a implementarlos en equipos de desarrollo de software, desde el primer momento fue un amor a primera vista, a pesar de que mi formación estaba encaminada por la gestión tradicional y que respeto mucho esta forma de trabajo, descubrí (como lo dice el Manifiesto Ágil) una mejor forma de trabajar.

Y es que el hecho de no tener un gerente de proyecto angustiado porque se le movió una actividad en el cronograma, de no tener que pedir al equipo trabajar horas extras por la noche y en fines de semana, de no tener que ver al equipo enfermándose a causa de tener que comer a deshoras lo que encuentre, de tener un equipo nuevo cada mes a causa de la alta rotación, eran más que razones suficientes para buscar un cambio; pero tener un equipo motivado y tranquilo no es la única motivación; empiezas a ver la cara del cliente feliz a medida que avanzamos, empiezas a notar que en el entorno comienzan a liberarse de trabajos manuales más rápido de lo que esperaban, empiezas a notar que el Product Owner se encuentra a gusto con esta nueva forma de trabajo y entonces te convences de haber encontrado el camino.

Pero qué pasa cuando llegas con la camiseta de SCRUM Master puesta y te encuentras con un entorno hostil, me explico mejor lo que para mí es hostil, te encuentras con un proyecto donde el desarrollo está tercerizado y el proveedor no trabaja con frameworks ágiles o te encuentras con una organización tradicional donde la cultura no permite que el agilismo pueda permear, porque a pesar de tener equipos, de trabajar los proyectos con iteraciones, en muchas organizaciones los silos son imposibles de eliminar, se sigue midiendo al equipo por las horas trabajadas y no hay ninguna voluntad de invertir en una infraestructura que permita tener la excelencia técnica, ¿qué puede hacer un SCRUM Master allí?, pues bien encontré en las etapas del duelo la mejor manera para explicarlo.

Según los psicólogos, el duelo es el proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida, el duelo se trata de una herida y por tanto requiere de un tiempo para cicatrizar.

Las fases del duelo, según Julia Pascual son:

Negación: “No puede ser”, “como ha podido ser”, esa fase en la que nos cuesta aceptar la realidad, en nuestro entorno ágil lo identifico como ese momento en el cual llegaste con todas tus herramientas listas para construir equipo, estás ansioso de conocer el equipo y el proyecto para el cual trabajarán, de pronto te encuentras con que el proyecto aunque aparentemente se trabajará con marcos ágiles funciona bajo una metodología tradicional, la fecha ya está comprometida con el negocio y hay que cumplirla como sea, sálvese quien pueda, lo inevitable, la compasión por uno mismo por haber caído donde no quería, la impotencia de no poder hacer nada.

Enfado: ¿Por qué a mí? Tantos SCRUM Masters en esta empresa y justo a mí me toca este proyecto, todos iterando felices y yo en esta crueldad.  Es la reacción cuando entiendes que fue lo que te tocó, te resistes a quitarte tu camiseta de SCRUM Master y volverte un asistente del Gerente del Proyecto.

Negociación: Hablaré con el Director, expondré los pros y contras, debo hablar con el patrocinador, convenceré al Product Owner, el equipo será mi aliado;  entras en la fase de mostrar con hechos que es lo mejor, conversas con unos y con otros, llevas tus argumentos, el equipo está desgastado, pides hacer un alto en el camino y revisar el modelo adoptado para trabajar.

Miedo o Depresión: Qué trabajo tan duro, como voy a motivar a otros si yo mismo no estoy motivado?, que irá a pasar posteriormente? Soy el peor SCRUM Master, todas las retrospectivas es lo mismo, el equipo no sabe decir otra cosa, ya no le ven sentido al agilismo, ya no le encuentro sentido a mi rol,  qué hago aquí, la incertidumbre se hace presente.

Aceptación: Bueno ya estamos aquí, está bien este proyecto no es ágil, que sea un híbrido al menos, puede ser tradicional pero hagamos retrospectivas, que técnicas ágiles nos pueden servir? Qué tal si alineamos las expectativas con un INCEPTION?, conversemos diariamente para ver cómo vamos y qué debemos resolver (Daily), qué tal si hacemos planeación para un tiempo corto y no para todo el proyecto? Qué tal si estimamos todos los equipos juntos? Qué tal si la EDT la convertimos en un mapa de historias?

Sólo después de la aceptación, hay sanación, vuelves a ser tú y puedes Volar. 

El año pasado participé de un maravilloso proceso de formación como Agile Coach con nuestro apreciado @martinalaimo y con cada iteración semanal recordábamos el proceso: DUELE, DUELE, DUELE, DUELO, ACEPTO, SANO, VUELO.

Feliz proceso de Duelo Agilistas y nos vemos Volando!

¿Qué han hecho ustedes en su proceso de duelo? Bienvenido el feedback

Fuentes:

http://www.juliapascual.com/duelo/

PAC: Professional Agile Coach – Kleer, Alaimo Martin